La columna periodística
¿Qué es?
La columna periodística o también conocida como artículo de opinión es un texto subjetivo en el que se aborda algún tema de actualidad, según el pensamiento particular de su autor. Esta suele ser escrita con una frecuencia determinada (mensual, semanal, quincenal o diario), además de mantener un espacio fijo en el medio de publicación ya sea este, un periódico, un blog u otro.
Características de la columna[1]:
El autor no necesariamente debe ser periodista, puede ser alguien con muchos años de experiencia y/o una trayectoria conocida por la opinión pública.
Gran variedad de temáticas ya sean culturales, políticas, económicas, sociales, deportivas, o de entretenimiento (van desde lo más serio a lo más cotidiano, incluyendo hechos pasados).
El lenguaje debe ser sencillo y es usual encontrar un tono personal en las columnas.
El estilo es libre. El columnista puede elegir el modo con el que se dirigirá a sus lectores.
Hay un uso frecuente del humor, las figuras retóricas y literarias (esto lo que permite que el lector se identifique con la columna).
Se escribe en primera persona y no necesita validar todas sus opiniones con argumentos profundos o de autoridad.
Existe la posibilidad de abordar más de un tema que sea de mayor tendencia en la actualidad.
Es un género que hace uso de características propias de la literatura y el periodismo.
Estructura:
Titular de la columna: (Debe causar impacto de tal forma que atraiga al lector).
Introducción: Primer párrafo donde se presentará una idea general de la columna o el tema a tratar.
Cuerpo: Desarrollo del tema a través de los argumentos y el análisis.
Cierre: Una conclusión o recapitulación de lo que fue la columna (es buena estrategia que esta sea entretenida de tal forma de que cause recordación).
Nota: El nombre del autor puede ir al inicio o al final de la columna, generalmente va acompañado de una foto del mismo.
Tipos de columna[2]:
De opinión: Es una emisión de juicios con respecto con un tema de actualidad y coyuntural
Literaria: El autor se aleja de lo actual para analizar temas atemporales.
Personal: El columnista habla del suceso o tema de interés desde su realidad y tal como él la ve (se interesa más por el estilo que por la profundidad del contenido).
Humorística: A través de recursos estilísticos pretende distraer y divertir al lector.
Analítica (Análisis ligados a la actualidad): Profundizan o amplían más sobre el contexto tratado, investiga sus causas y consecuencias, además de interrelacionar diferentes hechos con el tratado en la columna y adjuntar las reacciones que el tema tratado ha causado.
De revoltillo: Aborda varios temas diferentes.
Consejos:
Debe hacerse uso de elementos que embellezcan el escrito, además debe verse una redacción clara y ágil (sin ser demasiado plana).
Como se había aclarado anteriormente, debe ir escrita en primera persona, lo que permitirá observar de manera más clara las opiniones y aclaraciones del autor.
Se puede usar un lenguaje coloquial siempre y cuando se sea respetuoso con el lector.
En cuanto al léxico debe tenerse en cuenta el rango de edades a la que su columna pueda llegar, de manera que todos la puedan comprender.
Se recomienda escoger temas conocidos aunque dándoles un enfoque original y así causar mayor interés. En caso de elegir una temática muy reciente deberá tener un buen desarrollo para causar el impacto esperado
Es importante hacer uso de elementos humorísticos para captar la atención del lector.
Ejemplos:
¡Despierta!
“Vivimos en una sociedad rara, en donde la clase obrera no tiene obras, a la clase media le faltan los medios y a la clase alta le falta la clase”, una realidad en la que todos nos vemos involucrados diariamente y aun así, no hacemos nada por cambiarla; un mundo basado en un sistema económico que solo favorece a aquellos que tienen o el poder o la riqueza, y en donde muchas veces nuestra ignorancia predomina.
Hoy en día, las formas en las que el estado organiza a las sociedades causa una desigualdad poblacional inmensa, que a pesar de nosotros ser conscientes de su existencia se vuelve tan cotidiana que pierde relevancia. Las diferentes ideologías políticas y organizaciones mundiales, son en principio, positivas, en la medida en que son pensadas para brindar ventajas o beneficios a la sociedad civil. Sin embargo, los gobiernos y hasta las mismas sociedades, se encargan de desvirtuar, de prostituir estas ideologías, por la codicia y la ambición.
En nuestro caso estamos regidos por un único sistema donde el capital y su acumulación debe prosperar, donde es posible el desarrollo de democracias permisivas y abiertas a los mercados oligárquicos, donde la banca privada y la acumulación de la riqueza son un factor para alabar. Más allá de que haya desigualdad, pobreza y hambre, nos rige un sistema capitalista que nos incita al consumo de bienes y servicios, donde se ha perdido el sentido del cuidado de nuestro entorno y cada vez se degrada más nuestro mundo. Los monopolios e incluso la masa poblacional piensan que con campañas ecológicas, se soluciona todo, pero mientras tanto, los ecosistemas se desmoronan, y nosotros nos convertimos en espectadores pasivos de la destrucción que hemos causado. Nuestra tierra es la que sufre y nosotros los únicos causantes de ello; pero para la sociedad, los medios y más que todo para el estado, es más importante estar pendientes de temas como la guerra (un negocio más), la búsqueda del poder político, o simplemente por quién tiene más: el mejor auto, la ropa de marca más reconocida, en fin; nos sumergimos de cabeza en un mundo de consumismo, de beligerancia, de envidia, y nos olvidamos de cosas verdaderamente significativas.
Retomando lo mencionado inicialmente, hacemos parte de un mundo ignorante. El crimen es tan constante que lo normalizamos, lo convertimos en cotidiano. Y ¿por qué sucede esto? Pues mucho tiene que ver con la información que recibimos. Los medios de comunicación nos venden una visión de ficción, que solo le conviene a la clase poseedora, mostrando los hechos de la forma en que a ellos les beneficia, la fantasía de ‘si consumes más, eres más feliz. Hay una necesidad de que, como sociedad, abramos los ojos a la realidad en la que vivimos, la cual se nos ha olvidado porque andamos más pendientes de satisfacer todas nuestras “necesidades” (claro está, todas creadas).
Nuestro sometimiento a una clase dominante nos pone en oferta ante el mejor postor, trabajamos para acumular riquezas para los poseedores, de tal forma que ellos puedan seguir llenándose de riquezas. ¿Y es que acaso estamos dispuestos a permitírselo? Empecemos a reflexionar y abramos los ojos, póngase a pensar usted como ser humano, si está haciendo para cambiar esta sociedad o simplemente esta mirando las cosas de lado y deja todo pasar. Si es así es hora de reaccionar. No más guerra, no más muertes absurdas por unos ideales ridículos que solo buscan el beneficio de algunos, unos ideales que perdieron su verdadero sentido de ser, su valor, dejemos de lado esta guerra de sociedades y de clases y empecemos a crear una civilización que actué como tal.
Autora: Laura Agudelo
¿Domarás a la bestia o le permitirás devorarte?
Últimamente, como es de conocimiento general, la tecnología a pesar de sus pros y contras ha tenido un desarrollo a pasos agigantados para la humanidad. Hemos visto grandes transformaciones en nuestra cotidianidad que evidencian la evolución de las tecnologías: su protagonismo tanto en las cosas que dejamos atrás, como en las que vivimos y llegaremos a vivir, convirtiéndola en un elemento facilitador indispensable en la vida humana, algo que no existía en años anteriores.
Así pues, comencemos a esclarecer el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad. Estas dos compañeras han sido un medio en el cual todos nos relacionamos interpersonalmente a través de una gran variedad de sitios web que nos dan el chance de conocer, engañar, disfrutar y aprender de cualquier persona o suceso que tenga lugar en la tierra, indiferente del sitio u horario en que este se produzca, otorgándonos la posibilidad de reducir la distancia física que halla entre los implicados, pues hoy en día el acceso a la comunicación no es muy limitado.
A partir de lo anterior, lograremos encontrar lo que nos interesa, incluyendo referentes para desarrollar más nuestros conocimientos hacia las respectivas temáticas que tocaremos. Por ejemplo, si estamos en busca de un empleo, gracias a estas herramientas habrá una gran ventaja ya que se pueden encontrar muchos contactos que conozcan el lugar perfecto para comenzar una nueva etapa laboral. Por otro lado encontramos la facilidad que ahora hay para adquirir información relacionada con cualquier tema, gracias a la vinculación interna que hay entre todo lo que conocemos como la Red, agregando que cada usuario tiene la libertad para hacer uso de esta según sea su deseo.
En cierta medida, no todo puede ser color de rosa. Pues así como nos facilita nuestro modo de vida en algunos casos específicos también encontraremos desventajas, cuyas características afectan a nuestra sociedad, por lo cual es muy importante que se conozcan, pues ante todo, es mejor prevenir que lamentar.
Suele dársele un uso efectivo a lo que al internet se refiere y se cree que la información encontrada es fidedigna, por lo cual esa misma confianza que se le da a cada tipo de perfil o empresa que descubrimos en internet, nos genera problemas. Es decir, que no todos tienen buenas intenciones ya que ha habido casos de extorción, robo y hasta se ha llegado a matar gracias a información otorgada por medio de estos.
Otro tipo de problema que va en aumento, es la adicción. Muchos de nosotros invierten gran cantidad de tiempo en estos aparatos electrónicos, sin caer en cuenta que se ha vuelto tan necesario para ellos que están perdiendo verdaderas oportunidades en el mundo exterior al estar pendientes del último chisme, “mensajandose” a cada segundo o por querer ser los primeros conocedores de la noticia de entretenimiento más reciente. Sin tener en cuenta que tenemos seres queridos, que en muchos casos son más leales y fieles que con quienes no la pasamos hablando, quienes desafortunadamente, no durarán para siempre. Dentro de todo esto, también malgastamos el tiempo, incluyendo el de nuestras labores en casa y por fuera. Por esta razón, terminamos permitiendo que estas actividades de ocio nos devoren por completo, dejándonos sin oficio o razón de ser.
Por cierto, tampoco tenemos el sumo cuidado con nuestra información personal. No es bueno andar publicando nuestras cosas privadas, ya que atenta contra nosotros mismos e incluso llega a afectar nuestra familia o círculo social más cercano.
En síntesis, es esencial que tengamos en cuenta qué clase de información nos podría exponer ante cualquier peligro de esta índole y de tal forma lo evitemos en el momento de crear una cuenta, antes de publicar o comunicarle a esa otra “persona” detrás de la pantalla cierta información pensando cuál tono sería el correcto para así no crear malos entendidos. Y para concluir, debo aclarar que no pretendo atemorizarlos o mucho menos incitarlos a dejar de usar el internet, lo que quiero es comunicarles y hacerlos reflexionar sobre como no hay que creer todo lo que está en la Red e ilusionarse con lo que en ella encuentren a simple vista. Lo primero y más importante es cuidar de nosotros.
Autora: Wendy Bermúdez.
[1] Adaptado de http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?ID=210273
[2] Adaptado de http://es.slideshare.net/nachogallardo/la-columna-periodstica-28274190
